La reforma de la PAC (III): La simplificación y la transición hacia la nueva PAC. Por Mercedes Morán

Vista desde Urueña (Valladolid) Imagen de LDR

Se avecinan cambios “planetarios” y por eso la nueva PAC tiene que adaptarse a ellos; esta es la conclusión a la que se llega después de oír al ministro Planas en su comparecencia ante la Comisión de Agricultura del Congreso para hablar de la PAC.

Se trata, sepan ustedes, del nuevo relato; un relato que lo mismo sirve para la PAC que para cualquier otra cosa. Ahora es lo importante, antes incluso que la defensa de los intereses de los agricultores y ganaderos, y lo digo porque ese cambio “planetario” se podría reclamar también a los productores de otros países terceros donde las exigencias de sostenibilidad ambiental, e incluso social, no existen ni las necesitan para vender sus productos dentro de Europa.

Y para salvar ese relato político, si hay que secuestrar el nuevo modelo para la PAC que tiene diseñado el Ministerio, pues se secuestra y la información se va dando en un interesado goteo, troceándola y evitando así cualquier explosión de rechazo global a las intenciones del ministro, o de vaya usted a saber quién, porque seguramente hay una ministra de Transición Ecológica muy pendiente del asunto.

Se empeñan en decir que no hay nada hecho. Esto significa que el Ministerio se ha encargado de hacer un análisis de la situación, muy detallado y voluminoso según nos ha mostrado el ministro, pero que después de terminarlo hace meses, se han cruzado de brazos y no han diseñado ningún plan de acuerdo con los resultados de ese análisis previo. No hay quien se lo crea, y menos cuando el propio ministro ha anunciado que quedan solo dos Conferencias Sectoriales, monográficas sobre la PAC, en las que se reunirá con las Comunidades Autónomas.

Esa entrega por capítulos a la que estamos asistiendo, da pie a hablar hoy de dos aspectos de ese cambio: la simplificación y la transición del modelo actual al nuevo.

El modelo actual tiene muchos detractores a causa del elevado número de regiones y de los derechos históricos, pero, por otra parte, esto ha conseguido mantener los niveles de ayuda de los agricultores y ganaderos sin grandes transferencias de fondos entre productores ni entre comarcas. Son muchas las voces que exigen su simplificación y, aprovechando esta petición, el Ministerio lo simplifica al extremo.

De un modelo de 50 regiones parece que va a pasarse a otro de 8 o 10 regiones, transfiriendo dinero de unos productores a otros para conseguir una tasa plana de ayuda por cada una de esas regiones, y todo parece indicar, además, que se añadirá más superficie al sistema de ayudas y se eliminarán los derechos históricos. Esa es la simplificación propuesta.

No nos engañemos, en este nuevo modelo, no solo el productor no recibirá la misma ayuda que actualmente por lo dicho antes, sino que no gozará del beneficio de una simplificación burocrática; tendrá que seguir haciendo su PAC, declarar para cada recinto qué ayudas solicita y qué eco-esquema realiza según su cultivo o aprovechamiento; cumplir con esos eco-esquemas, que parecen más una agroambiental que otra cosa, y tendrá controles administrativos y controles sobre el terreno como ahora. No me negarán que parece más un modelo simplificado para la gestión de las administraciones, que para el productor.

Por otra parte, ¿cómo se hará la transición hacia esa nueva PAC? El Ministerio de Agricultura tiene una propuesta de Real Decreto “para asegurar una transición suave”, dicen. Veamos en qué consiste esa propuesta de transición en lo que respecta al valor actual de los derechos que tienen los agricultores y ganaderos.

El año que viene, 2021, sus derechos no tendrán el mismo importe que ahora y en el 2022, volverán a cambiar. Podrán ustedes conocer su nuevo valor, antes de hacer su PAC a partir del próximo febrero, en las páginas web de sus Comunidades Autónomas o en la del Ministerio. Estos cambios en las “reglas del juego” al final del partido, consisten en una modificación de la convergencia tal y como la conocemos ahora.

El año que viene sus derechos no tendrán el mismo importe que ahora

Esto de la convergencia es algo complejo de explicar, pero consiste en que el valor de cada derecho de pago básico que posea el productor tiene que acercarse a un valor medio que se asigna a la región de pago básico en la que se encuentra ese derecho. Por lo tanto, los derechos que estén por debajo de ese valor medio, aumentan su importe desde 2015 paulatinamente y, para ello, se reduce el de los derechos que están por encima de esa media de la región.

En la norma actual, hay límites. Los agricultores y ganaderos que ganan ayuda podrán llegar hasta el 60% de ese valor medio de la región, pero solo en el caso de que los que pierden dinero, no pierdan más del 30% del importe de sus derechos. Sin embargo, en el Real Decreto que propone el Ministerio, el productor que pierda lo hará sin ningún tipo de límite hasta que llegue al valor medio de su región, de tal forma que los que ganan dinero lleguen a esa media o, como mínimo, al 80% de ese valor medio en solo dos años. Lo que era un acercamiento paulatino, se transforma en algo repentino.

Pongamos un ejemplo: la región 21. Se trata de una región de pago básico que corresponde a tierras de cultivo de regadío de agricultores de las provincias de Ávila, Badajoz, Cáceres, Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla. Para poder explicar de una manera más clara algo tan complejo, vamos a tomar el valor medio de esta región en 2019 que es el último que conocemos, porque los de 2021 y 2022 tendrán poca variación. En este ejemplo, por lo tanto, el importe de los derechos de todos estos agricultores, tendrán que acercarse a 451 euros/ha.

Para eso se propone que, en 2021, los derechos que estén por debajo de ese importe, reduzcan esa diferencia en un 25%, y para 2022, otro 25%, de tal forma que los agricultores que tengan derechos en esa región 21 con un valor por encima de esos 451 euros/ha, perderán importe de ayuda en favor de los que están por debajo hasta que estos alcancen ese importe o, como mínimo, 361 euros/ha en 2022.

Si este Real Decreto se aprueba finalmente, cambiando las normas del sistema actual de ayudas, esta nueva convergencia se aplicará en la próxima solicitud de PAC que hagan los agricultores y ganaderos a partir del próximo mes de febrero. Los productores tendrán nuevos importes de ayuda en esa fecha. Sean prudentes en sus decisiones, incluidas las compras de derechos, porque si se aprueba esta nueva norma, los derechos cambiarán de valor el año que viene y muchos productores no podrán contar con el dinero que reciben actualmente.

Por Mercedes Morán

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