El nombramiento de Nadia Calviño como ministra de Economía es una provocación para el campo español, por lo menos de entrada. Calviño es enemiga declarada de la PAC, de su mantenimiento y de su financiación. De su factoría, en la Dirección General de Presupuestos de la Comisión Europea, de la que es titular todavía, ha salido lo que ya se conoce como el “Recorte Calviño”, incluido en la propuesta de la Comisión Europea sobre el Marco Financiero de la UE para el periodo 2021-27. Se trata de la distribución del dinero entre las distintas partidas del presupuesto comunitario, que plantea reducciones para la PAC y la política de cohesión y aumentos en otros capítulos del gasto.
Lo que luego se han convertido en propuestas de la Comisión Europea, una vez que las aprobó el Colegio de Comisarios, se comenzaron a preparar en la “Factoría Calviño”. El comisario encargado de Presupuestos, el alemán Oettinger, su número dos, la ya citada Calviño, y el propio presidente de la Comisión se pasearon por todas las capitales europeas y lanzaron globos sonda, como, por ejemplo, que el dinero de la PAC se podría reducir hasta en un 30 por ciento. Se trataba de asustar y de que el recorte final, que sería más bajo, como así ha sucedido, fuese acogido como un mal menor. En cualquier caso, para los agricultores y ganaderos españoles, el “Recorte Calviño” sería, según la propia Comisión Europea, de aproximadamente el 5 por ciento, pero si se tiene en cuenta la inflación podría llegar hasta el 15 por ciento. Una cantidad muy importante, suponiendo que finalmente triunfen las tesis del órgano ejecutivo y burocrático de la UE impulsadas por Calviño.
Es lista, inteligente y ambiciosa. Con el nombramiento de Nadia Calviño, Pedro Sánchez pretende enviar un mensaje de tranquilidad a Bruselas, algo que ya había comenzado a hacer con la elección de Borrell para Asuntos Exteriores. Calviño, que se conoce perfectamente las cosas y los pasillos de Bruselas, puede desempeñar este papel a la perfección. Cosa bien distinta es el mensaje que Sánchez ha enviado al campo español. Nadia Calviño ha defendido como directora general de Presupuestos de la Comisión Europea un importante recorte de los fondos de la PAC y ha mostrado en diversas ocasiones su poco aprecio por esta política. Sin embargo, la PAC es ahora la principal vía de retorno de dinero de las arcas comunitarias a España. Por eso hay que preguntarse qué es lo que va defender ahora Nadia Calviño en las negociaciones sobre el Marco Financiero, aunque primero habría que plantearse cuál va a ser la posición del Gobierno de Sánchez como tal. El Ejecutivo de Rajoy lo había dejado claro: la financiación suficiente de la PAC y no perder “pasta” en relación con la situación actual era una de sus líneas rojas. ¿Mantendrá esta posición el nuevo Ejecutivo?
Mucho me temo que Nadia Calviño va a tener que tragarse unos cuantos sapos a lo largo de los próximos meses. Es verdad es que lista, inteligente y brillante. Pero también es cierto que es hija de José María Calviño, que fue el primer responsable de RTVE con Felipe González, y que desde hace unos años es uno de los asesores de cabecera de Pedro Sánchez para cuestiones de “telegenia”. Por otro lado, Nadia Calviño es también muy ambiciosa y su aspiración es ser la comisaria española en el próximo Colegio de Comisarios, que saldrá tras las elecciones europeas, que tendrán lugar a finales de mayo de 2019. Si Sánchez sigue en el poder, será su Gobierno el que haga esta elección. El puesto de ministra de Economía es, por lo tanto, un trampolín para Nadia Calviño.
