La primavera astronómica, que comenzará el 20 de marzo, tendrá temperaturas por encima del promedio normal en la mayor parte de la Península. El carácter cálido será más probable en el este peninsular y en ambos archipiélagos. Así lo recoge la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en su predicción para el trimestre abril-mayo-junio de 2023.
En cuanto a las precipitaciones, el escenario más probable es el de una primavera con precipitaciones en torno al promedio normal, aunque podría tener un carácter más lluvioso de lo normal en la vertiente atlántica (es decir, buena parte del oeste y zona central de la Península) y más seco de lo normal en la vertiente mediterránea y Baleares.
La AEMET también ha informado de las primeras predicciones disponibles para el verano de 2023, que apuntan como escenario más probable el de unas temperaturas, de nuevo, superiores al promedio normal. Un verano, por lo tanto, en el que los índices de riesgo de incendios podrían alcanzar valores muy altos como consecuencia de las altas temperaturas.
Balance climático del invierno
Por otro lado, la Agencia Estatal de Meteorología también ha hecho público su balance climático del invierno 2022-2023, que en conjunto fue cálido y húmedo. Se trató del décimo más cálido desde el inicio de la serie en 1961 y el quinto más cálido del siglo XXI.
En general, esta estación tuvo carácter en general cálido, muy influenciado por diciembre, que fue el más cálido de la serie histórica. Enero, en cambio, fue normal en cuanto a temperaturas y febrero tuvo unas temperaturas ligeramente por debajo de la media, más acusado en los valores nocturnos, pero también con carácter normal.
Respecto a las precipitaciones, el invierno fue en su conjunto húmedo, con un valor de precipitación media sobre España peninsular de 194,5 mm, valor que representa el 103 % del valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020. El mes de diciembre fue muy húmedo, enero tuvo un carácter normal, mientras que febrero fue muy seco en el conjunto del país.
Continúa la situación de sequía meteorológica
En el balance climático del invierno la AEMET también recoge que, al analizar las precipitaciones registradas durante los doce meses previos a marzo de 2023, se concluye que la España peninsular en su conjunto continúa en una situación de sequía meteorológica en la que entró hace más de un año, en enero de 2022.
A pesar de que las precipitaciones del invierno aliviaron en parte la situación, todas las cuencas de acumulación, excepto las del Tajo, Júcar y Segura, se encontraban a finales de febrero de 2023 en situación de sequía meteorológica a doce meses.
«Si se amplía el análisis de las precipitaciones a los treinta y seis meses previos, el resultado es que España entró en una sequía de larga duración a finales de 2022, y continuaba en esta situación a comienzos de marzo de 2023». Las cuencas más afectadas por la sequía de larga duración son las del Guadalquivir, Sur y Pirineo oriental.