Las reacciones de las Organizaciones Agrarias (OPA) al contenido del acuerdo sobre la nueva PAC ratificado en Luxemburgo por los ministros de Agricultura de la Unión Europea no se han hecho esperar.
ASAJA, COAG y Unión de Uniones han coincidido en señalar que se trata de una PAC que va a perjudicar los intereses de los agricultores y ganaderos españoles. Por el contrario, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), cree que la nueva PAC «abre posibilidades» a los pequeños y medianos agricultores españoles.
ASAJA de Castilla y León considera que ya hay suficientes indicios de que la PAC que llega «no será mejor que la que queda atrás». Además, considera que los ecoesquemas, a los que se vinculará un 25% de las ayudas aunque los primeros dos años será de un 20% de forma transitoria, unido a la condicionalidad reforzada, «pueden complicar enormemente la labor a las explotaciones agrarias de Castilla y León, que parten de una situación de desventaja por las condiciones del territorio y tienen muy difícil modificar rotaciones de cultivos o reducir insumos, bajando su productividad. También supondrán un enorme escollo para producciones de regadío, como es el caso del maíz», denuncian.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) considera que, la reforma de la PAC ratificada por el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, no es justa ni social y acelerará el “proceso de uberización del campo español y europeo”.
COAG ha señalado, en un comunicado, que el acuerdo aprobado por el Consejo, en Luxemburgo, «no responde a las verdaderas necesidades del modelo social y profesional agrario, mayoritario en la UE, al abandonar aún más los mecanismos de regulación de mercado» y, por ello, «agravará» el impacto de la volatilidad de los precios y el alza de costes en las rentas de las pequeñas y medianas explotaciones
Por su parte, la Unión de Uniones considera que el acuerdo para la futura PAC pone en jaque la rentabilidad de los cultivos y explotaciones europeos. En concreto, estima que el acuerdo conllevará una «pérdida de competitividad de las explotaciones y menores rentas para los agricultores y ganaderos».
La organización valora que «la pérdida de competitividad derivada de los mayores estándares ambientales y de todo tipo a los que se condiciona la producción europea, sitúa a los agricultores y ganaderos en situación de desventaja frente a otras potencias agrícolas, cuya competencia desleal se favorece desde la propia Unión Europea a través de tratado y acuerdos de libre comercio, sin respetar los principios de reciprocidad ni exigir a las mercancías importadas nuestras mismas normas».
Por el contrario, UPA señaló el pasado 26 de junio que el acuerdo sobre la PAC “abre posibilidades” a los pequeños y medianos agricultores españoles”. Entre los aspectos positivos, el secretario general de la organización, Lorenzo Ramos, mencionó ese día que la nueva PAC incluirá más apoyos para los agricultores jóvenes y que el 10% de las ayudas redistributivas que irán a parar a pequeñas y medianas explotaciones familiares.
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