Todas las poblaciones de lobos en España se considerarán especies de protección especial. Al menos es lo que se propone en el borrador de la Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo en España elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) y las Comunidades Autónomas. Se trata de homogeneizar el estatus de protección de la especie a nivel nacional incluyendo a todas las poblaciones españolas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
El texto se ha presentado hoy, 18 de noviembre, en una reunión telemática del Grupo de Trabajo del Lobo, en la que han participado representantes de la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas en la que está presente esta especie. En ese encuentro se ha procedido, según el Miteco, «a una primera puesta en común del documento y se espera continuar el proceso de revisión y su enriquecimiento técnico con aportaciones de todos los agentes implicados en la gestión del lobo en España».
Hay que recordar que el estatus de protección de esta especie es diferente al norte y al sur del Duero. Al sur cuenta con protección especial mientras que al norte se considera como especie cuya explotación puede ser objeto de medidas de gestión.
Para garantizar la conservación a largo plazo de la especie se propone alcanzar las 350 manadas de lobo en España para el año 2030 (actualmente hay unas 300), reducir la persecución ilegal y aumentar entre un 10 y un 20% el área de distribución actual. Además, el borrador plantea adecuar las infraestructuras que pueden generar efecto barrera y mortandad en el lobo (autovías, líneas ferroviarias,…) y propone, entre otras cosas, la promoción de bosques-isla en zonas agrícolas que sirvan de áreas de refugio y reproducción de la especie. También se realizará un nuevo censo de la especie en los años 2021 y 2022 (el último data del período 2012-14).
Ayudas en casos justificados
La estrategia considera necesaria la participación de todos los agentes sociales para lograr esos objetivos y plantea incentivar esa participación con la creación de una mesa sectorial específica con naturalistas, ONG, ganaderos, personal técnico, ayuntamientos, científicos, cazadores, etc.
Por otro lado, según el Ministerio, el borrador de estrategia propone el seguimiento de los grupos de lobo y directrices comunes de gestión para cuando se observe un incremento notable en el número de especímenes en un determinado entorno que pueda generar tensiones. Gestión, aclara, siempre en el contexto del equilibrio ecológico. Además, contempla la puesta en marcha de líneas de ayudas en aquellos casos debidamente justificados.
