La erosión del suelo afecta a un porcentaje importante de la superficie agraria europea, y española, y genera pérdidas muy cuantiosas a los agricultores, advierte un estudio publicado recientemente por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.
En el conjunto de la UE, la erosión de los suelos afecta a más de 12 millones de hectáreas de tierras (es decir, en torno al 7,2% de las tierras agrícolas) y supone una pérdida de productividad de los cultivos de unos 1.250 millones de euros anuales. En el caso de España, la superficie agraria afectada por erosión severa representa el 10% del total (es decir, unos 2,4 millones de hectáreas) y la pérdida de productividad supone un coste de unos 153 millones de euros.
El informe precisa que si se considera un modelo macroeconómico (que tiene en cuenta, en particular, las cotizaciones de las materias primas), las pérdidas son menos espectaculares, con un coste anual estimado para las rentas del sector agrario de la UE de unos 295 millones de euros.
Los agricultores, primeros afectados
Los costes directos afectan principalmente a los agricultores debido a pérdidas de producción, daños en los cultivos, disminución de las superficies y por el coste de los elementos nutritivos suplementarios necesarios para compensar la pérdida de la parte superior y fértil del suelo.
Italia es el país más afectado (pérdida anual de 619 millones de euros; 33% de su superficie agraria total con erosión severa) y los países de Europa central y del norte los menos perjudicados.
En términos de cultivos, la pérdida de productividad más importante (en porcentaje) se observa en el arroz y el trigo, que son los dominantes en las zonas más afectadas por la erosión de los países mediterráneos (Italia, España y Grecia). Por el contrario, el centeno registra la pérdida de productividad menos significativa (-0,18%) porque se cultiva principalmente en países en los que los niveles de erosión son relativamente bajos (Alemania y Polonia).
A la vista de estos datos, el Centro Común de Investigación europeo recomienda que se sigan poniendo en marcha medidas de lucha contra la erosión, principalmente en el marco de la PAC.
