En la `Sección de Innovación´ de Agropopular –emisión del 17 de junio- contamos con la intervención de Jesús Sagredo, presidente de la Cooperativa Santiago Apóstol de Isso (una pedanía de Hellín en la provincia de Albacete), que nos habló del mercado del albaricoque.
Esta cooperativa cuenta con un total de 150 socios. El objeto social de la misma es la producción y comercialización de fruta de hueso y hortalizas, tanto en agricultura ecológica como convencional.
Según Sagredo, gracias a los programas operativos «se están modernizando los riegos» y dando a los socios de la cooperativa nuevas plantaciones de albaricoque y melocotón, «que es lo que realmente demanda el mercado de Europa».
«Se ha hecho una investigación brutal en nuevas variedades de cualquier tipo de frutales». Sin embargo, «se está plantando en demasía», por lo que es difícil conseguir rentabilidad en este sector, por la elevada producción y el solapamiento de las cosechas en Europa.
El albaricoque moniquí es una variedad con poca producción a la que le afecta mucho cualquier inclemencia meteorológica, «no se puede exportar». Por ello, desde la cooperativa animan a los socios a producir otras variedades que aguanten mejor el transporte. La moniquí es «una variedad residual», reconoció.
Las variedades autóctonas son las que tiene sabor, textura y olor. En el caso de las nuevas, de tipo francés, de chapa roja, «ahora están empezando a sacar variedades con algo de sabor», pero «el 80% no tiene», «solo color y muy buena vista».
En cuestión de sabor, el presidente de la Cooperativa aseguró que las nuevas variedades no se pueden comparar con las autóctonas, «sobre todo con las del sureste de Castilla-La Mancha».
Escuche la intervención del presidente de la Cooperativa Santiago Apóstol:
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