Este viernes -1 de abril- ha entrado en vigor la norma que reduce los contenidos máximos de sal en el pan. La norma de calidad de este producto se aprobó en abril de 2019 y entró en vigor el 1 de julio de 2019, pero la medida específica sobre los contenidos de sal se pospuso hasta hoy con el objetivo de que los fabricantes pudieran adaptar poco a poco sus procesos de producción a la reducción de este ingrediente.
Según el Ministerio de Agricultura, con este aplazamiento se trataba de evitar que se produjera una afección al consumo de pan y favorecer que el sector productor pudiera ir modificando las recetas de sus panes y los etiquetados de los mismos.
Límites de sal
La norma establece que el contenido máximo de sal permitido en el pan común, como producto acabado, debe ser de 1,31 gramos por cada 100 gramos de producto (13,1 g de sal por kilogramo de pan o el correspondiente 0,52 g de sodio por 100 g), si se analiza mediante determinación de cloruros. O bien de 1,66 gramos de sal por 100 gramos (16,6 g de sal por kilogramo o el correspondiente 0,66 g de sodio por 100 g), si se analiza mediante determinación de sodio total.
La norma de calidad supuso una actualización normativa que había sido demanda por parte del sector productor y que respondía a dar las máximas garantías a los consumidores en cuanto a los productos que consumen.
Además esta norma, supuso un precedente legal en materia de regulación de requisitos de calidad de los alimentos, dado que por primera vez en España se introducía una medida de fiscalidad positiva que buscaba incentivar el consumo, con un tipo de IVA reducido para aquellos productos considerados más saludables como pueden ser los integrales o los bajos en sal.
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