Todo apunta a que en las próximas semanas se va a entrar ya, por fin, en la negociación del Plan Estratégico Nacional para aplicar la nueva PAC. De las filtraciones que se han registrado tras las reuniones del ministro de Agricultura con los consejeros y de las de carácter técnico que ha mantenido Fernando Miranda con los secretarios y directores generales de las Comunidades se desprende que este último y Planas han dado marcha atrás en sus planteamientos iniciales y que están buscando la fórmula mágica para contentar en parte a todos. Andan buscando el centro.
De momento lo que sabemos es lo siguiente, pendiente siempre de que lo puedan cambiar de aquí a que presenten la propuesta formal:
- Será agricultor genuino o activo aquel que tenga un 25 por ciento de ingresos agrarios sobre la cifra total de sus ingresos. No obstante, también lo serán los que cobren hasta 5.000 euros de ayudas directas. Con esto se satisface a Andalucía y a otras Comunidades Autónomas, donde la agricultura a tiempo parcial es importante. Por el contrario, no gustará a los que defienden que las ayudas se concentren en lo que llaman el agricultor y ganadero profesional.
- El umbral mínimo para recibir ayudas sería de 300 euros.
- Habrá un límite de ayudas por explotación de 100.000 euros con reducción progresiva a partir de 60.000 euros.
- Regiones productivas: se pasaría de las 50 actuales a 18, más Baleares (por insularidad) y Canarias continuaría con su régimen. Planas había anunciado en su día una reducción más drástica (se habló de que se quedarían en menos de diez). No se atienden así las peticiones de Aragón y Castilla la Mancha.
- La convergencia interna de las ayudas se quedará en el 85 por ciento del valor medio regional en 2026.
- Se mantendrán los derechos individuales, aunque no los valores históricos de los mismos, que se modificarán. Tampoco se da satisfacción a las tesis defendidas en el documento presentado por Aragón y Castilla la Mancha.
- La asignación de nuevos derechos para aquellos sectores que hasta ahora no tenían ayudas directas se hará mediante la reserva nacional.
- Los eco-esquemas es un punto en el que hay mucha confusión todavía. De momento todo apunta a que solo podrán acogerse a los mismo los agricultores genuinos. En principio habría ocho eco-esquemas, aunque podría añadirse alguno más en función de cómo vaya la negociación. Todavía está pendiente de definir en Bruselas si se dedican a la financiación de este instrumento nuevo el 20 por ciento del sobre nacional de las ayudas directas de la PAC, como acordó el Consejo de Ministros, si será el 30 por ciento, tal y como propone el Parlamento Europeo o, al final, la cosa se queda en el medio, el 25 por ciento.
- A las ayudas acopladas se destinará el 15 por ciento del montante del sobre nacional. La lista de sectores beneficiados se mantendría como hasta ahora, aunque añadiría algún otro como el de la uva pasa.
- Entre las medidas sectoriales destaca que se destinarían 30 millones al año para el olivar tradicional. Sin embargo, todavía no se ha definido qué es el olivar tradicional y cómo se distribuiría el dinero.
- La ayuda a la agricultura ecológica se financiaría como hasta ahora, con cargo al segundo pilar de la PAC, el de la política de desarrollo rural.
Estas son algunas de las ideas sobre las que se está trabajando en estos momentos. En caso de plasmarse en la realidad, y siempre pendientes de que se concreten y de la letra pequeña, que podría esconder muchas sorpresas, estaríamos hablando de que habría una redistribución de los fondos entre Comunidades Autónomas y beneficiarios, pero sería menos importante que la que se preveía en un principio.
Por César Lumbreras
