La Unión Europea (UE) ha informado este jueves -17 de diciembre- que ha conseguido concluir dos de los grandes proyectos previstos para 2020: la Ley del Clima europea y el envío a Naciones Unidas de un objetivo de reducción de emisiones de la UE a 2030 más ambicioso antes de que termine el año, cumpliendo así lo establecido en el Acuerdo de París.
El Consejo de Ministros de Medio Ambiente ha acordado por unanimidad, tras el acuerdo en el Consejo Europeo, incrementar el objetivo de reducción de emisiones de la UE a 2030 hasta, al menos, un 55%, el envío a Naciones Unidas de una nueva NDC de la UE que refleje la nueva ambición climática europea y ha dado luz verde al enfoque general de la Ley del Clima europea, que ya incluye el nuevo objetivo a 2030. Al Consejo han asistido la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la directora general de la Oficina España de Cambio Climático, Valvanera Ulargui.
Ribera ha destacado que «una vez integrado el objetivo del 55% en la Ley del Clima, ahora hay que continuar de manera urgente con la tramitación del texto para que pueda aplicarse cuanto antes. Pero, sin duda, el objetivo a 2030 es la señal necesaria para que todos avancemos hacia la neutralidad climática a mediados de siglo».
«Aunque todavía está lejos de lo que el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente identifica como una brecha que debemos cubrir, al menos el 55% está ya más orientado a la otra gran alerta que identificaba el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo hace dos días escasos: el Índice de Desarrollo Humano debe incorporar también límites planetarios, la incidencia en consumo de recursos y los gases de efecto invernadero», añade.
Con respecto a los siguientes pasos, la vicepresidenta ha señalado que el Parlamento Europeo identifica bien algunas cuestiones que nos pueden permitir mejorar, como son las referencias a la adaptación, la incorporación del clima en todos los paquetes sectoriales estratégicos importantes que salgan de la Comisión Europea y la coherencia en el conjunto de las políticas públicas.
Ley del Clima
Además del objetivo a 2030 y de la meta de alcanzar la neutralidad climática en 2050, el texto de enfoque de la Ley del Clima establece que el próximo objetivo de reducción de emisiones de la UE será en 2040, y pone en marcha un mecanismo de seguimiento y evaluación cada 5 años del progreso hacia el objetivo de neutralidad climática y de adaptación y la coherencia de las políticas europeas y nacionales con dichos objetivos.
Asimismo, la Ley proporciona un marco para avanzar en los esfuerzos de adaptación a los impactos del cambio climático, por el cual, todos los Estados miembros deben poner en marcha estrategias y planes de adaptación. El Ministerio para la Transición Ecológica ha recordado que «España siempre ha defendido la importancia de garantizar la ambición en la Ley del Clima europea» y que «la posición española ha sido siempre que esta Ley recogiera un objetivo de reducción de emisiones de, al menos, un 55% en 2030».
España ya se ha comprometido con la neutralidad climática a más tardar en 2050. La Estrategia a Largo Plazo, remitida a Naciones Unidas el pasado 10 de diciembre, marca la senda para lograr que las emisiones de gases de efecto invernadero en España sean neutras no más tarde de 2050. También contamos con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que establece la hoja de ruta para la próxima década, y que va más allá de los objetivos marcados por la UE para España con un objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 de un -23% respecto a los niveles de 1990, de un 42% de renovables sobre el uso final de la energía, una mejora del 39,5% de la mejora de la eficiencia energética y un 74% de energía renovable.
Reducir la deforestación importada
Asimismo, la vicepresidenta Ribera ha destacado que España se ha unido a la propuesta para que Comisión Europea trabaje en un paquete normativo para facilitar la reducción de la deforestación importada, aquello que consumimos los europeos que tiene detrás en su cadena de valor, en su origen, un proceso de deforestación en terceros países.
«Es importante cuidar nuestros bosques, pero también conocer las consecuencias de aquello que consumimos, y en un mercado tan significativo como es el europeo, estar seguros de que aquello que importamos cumple con los estándares ambientales de protección de bosques a los que nos hemos comprometido en la agenda internacional», ha resaltado.
Soluciones digitales para la transición verde
Se adoptaron también las conclusiones del Consejo sobre digitalización en beneficio del medio ambiente, un documento en el que se abordan todos los aspectos que relacionan la doble transición, ecológica y digital, que la UE debe acometer de forma prioritaria y que ya está en marcha.
El Consejo también ha tratado además algunas cuestiones de la nueva Estrategia para la Sostenibilidad de las Sustancias Químicas, cuyo objetivo es reducir de forma efectiva la exposición de los seres humanos y el medio ambiente a químicos peligrosos.
España, que pertenece al llamado grupo REACH UP formado por una decena de países que reclaman una estrategia de químicos ambiciosa para un entorno libre de tóxicos y al mismo tiempo mejorar la competitividad y la innovación de la industria europea, ha defendido que el marco regulatorio de los productos químicos en la UE debe simplificarse.