Los agricultores que cultivan girasol sufren graves problemas para conseguir que su explotación sea rentable desde hace tres años, según ha alertado ASAJA Córdoba.
A pesar de que las producciones en Andalucía serán mayores que en años anteriores por la climatología favorable, a la mayoría de los agricultores no les salen las cuentas, pues los precios que se pagan se sitúan en torno a los 310 euros por tonelada de pipa, mientras que los costes se acercan a los 400 euros.
Por ello, la organización ha vuelto a reclamar que se transmita al agricultor la realidad del precio del aceite de girasol y de la harina en el mercado y que no se utilice al sector primario como pilar para aumentar los beneficios del resto de la cadena.