La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) debe tener lista para el mes de julio su evaluación del glifosato, de cara a la decisión que debe adoptarse antes de fin de año sobre su reautorización en la UE. En este contexto, la ONG PAN Europe (Pesticides Action Network), en colaboración con el grupo de los Verdes del Parlamento Europeo, ha presentado un informe en el que muestra que hay alternativas al uso de este herbicida y que son rentables.
Este trabajo admite que «la lucha no química contra las malas hierbas no es fácil» pero subraya que los agricultores ecológicos «han demostrado que es posible superar los problemas». «En contra de los herbicidas, para los que no se ha encontrado ningún nuevo sistema de actuación desde los años 80, los instrumentos y las técnicas de lucha no química contra las malas hierbas siguen evolucionando y ofrecen cada vez más opciones a los productores. Es necesario seguir (…) desarrollando más máquinas y conocimientos, en particular para luchar contra las malas hierbas que plantean problemas».
El informe presenta alternativas ya disponibles que permiten un control muy eficaz de las malas hierbas sin utilizar herbicidas
El informe presenta un abanico de alternativas ya disponibles que permiten un control muy eficaz de las malas hierbas sin utilizar herbicidas y al tiempo que se mantienen los rendimientos, se evita desarrollar una resistencia entre las especies de malas hierbas, hay una protección de la salud y la biodiversidad de los suelos y se minimiza la erosión.
Durante la presentación del informe, los responsables de PAN Europe citaron «las cubiertas de paja, la gestión por el ganado y la rotación de los cultivos», unas prácticas que «los agricultores ecológicos utilizan desde hace 70 años», y señalaron que el informe es como «un libro de recetas para trabajar sin glifosato».
En opinión del eurodiputado Benoît Biteau (Francia, Verdes), «en un contexto en el que los agricultores tienen dificultades, ser verdes permite salir de los números rojos». Defiende, por tanto, que la política agraria común acompañe mejor el cambio de prácticas.
