Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector ganadero europeo provocan más daño al clima que todos los coches y furgonetas de la UE juntas, afirma la organización ecologista Greenpeace.
Según la ONG, que se basa en datos de la FAO sobre las emisiones anuales de la ganadería europea, los animales de granja europeos liberan el equivalente a 502 millones de toneladas de CO2 al año (con la ganadería láctea a la cabeza, seguida de la producción de carne de porcino y de vacuno). Estas emisiones habrían aumentado en un 6% entre 2007 y 2018, lo que equivale a poner 8,4 millones de coches más en las carreteras de la UE.
Si se incluyen las emisiones indirectas procedentes de la producción de alimentos para el ganado, del uso de las tierras o de la deforestación, el total de las emisiones que puede atribuirse a la ganadería europea asciende a 704 millones de toneladas de CO2, es decir, más que todos los coches y furgonetas que circulan por las carreteras europeas (656 millones de toneladas de CO2 al año), compara Greenpeace.
La ONG pide, por tanto, una vez más, “que dejen de concederse subvenciones públicas a la ganadería industrial en la PAC y que se utilice ese dinero público para apoyar la reducción del número de animales de granja”.
Según la organización, una reducción del 50% de la ganadería permitiría reducir el equivalente a 250 millones de toneladas de CO2, es decir, las emisiones totales (considerando todos los sectores) de los once países de la UE menos emisores.
En el marco de su nuevo objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 (del 55%), la Comisión Europea prevé una revisión de la legislación sobre el uso de las tierras, el cambio de uso de las tierras y el sector forestal (LULUCF) con el fin de integrar en ella las emisiones agrícolas de metano y óxido de nitrógeno y convertir al sector agrario en el primer sector “climáticamente neutro”. La Comisión Europea está ultimando también un plan metano.
