La Comisión Europea ha adoptado la Estrategia europea de resiliencia hídrica, cuyo objetivo es restaurar y proteger el ciclo del agua, garantizar agua limpia y asequible para todos y crear una economía del agua sostenible, inteligente y competitiva en Europa.
Este plan ayudará a los Estados miembros a gestionar el agua de manera más eficiente mediante la aplicación de la legislación vigente de la UE en materia de aguas y a través de más de treinta acciones.
La Estrategia se centra en tres objetivos clave para una acción común basados en la protección del ciclo del agua, en el impulso de la competitividad y en garantizar agua limpia y asequible para todos.
La Estrategia europea de resiliencia hídrica se centra en tres objetivos clave para una acción común
Por un lado, el primer objetivo persigue restaurar y proteger el ciclo del agua aplicando de manera efectiva el marco ya existente para el agua dulce. Según la Comisión, para ello es fundamental centrarse tanto en la cantidad como en la calidad.
En segundo lugar, la Estrategia tratará de crear una economía inteligente en el ámbito del agua para impulsar la competitividad, atraer inversiones y promover la industria del agua de la UE. Para ello es esencial mejorar la eficiencia hídrica y la gestión sostenible del agua, por ejemplo, reduciendo las fugas en las tuberías y modernizando las infraestructuras.
Por último, según Bruselas, la Estrategia contribuirá a garantizar un agua limpia y asequible y un saneamiento para todos. Para lograrlo los consumidores y las empresas juegan un papel esencial a la hora de ahorrar agua en casa o en el trabajo.
A escala mundial esta estrategia refuerza el papel de la UE en la promoción de la resiliencia hídrica en todo el mundo a través de asociaciones y cooperación internacional, según la CE.