«El diésel tienen los días contados», según la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ha añadido que su impacto en la calidad del aire «es lo suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida». ¿Cuál será la salida para los tractores, que funcionan con este tipo de combustible?.
Ribera dijo el 11 de julio, durante su comparecencia en la comisión correspondiente del Congreso de los Diputados, que el diésel «durará más o menos» pero su impacto en lo que respiramos debe hacernos pensar en un «proceso de salida».
Respecto a si ese proceso podría llegar por una subida de impuestos que gravara a este carburante, Ribera remitió a su colega de Hacienda, María Jesús Montero. Apuntó, no obstante, que el Gobierno debe plantearse «qué señales fiscales y regulatorias» puede aprobar para acompañar a los gobiernos municipales -que aplican restricciones al tráfico en ciudades como Madrid para reducir la contaminación- «en ese proceso de cambio».
Según Ribera, «no se puede culpabilizar a quien compra» porque «el coste de compra de un coche nuevo de una categoría u otra no está reflejando el coste real del impacto que tiene ese coche». «Para facilitar comportamientos de consumidor responsable -que es lo mejor que podemos tener- tenemos que asegurarnos de que las señales del mercado, las señales fiscales, nos permitan discriminar de una manera intuitiva, natural, sin tener que hacer análisis profundísimos sobre qué es lo que significa cada una de nuestras opciones de compra».
En su comparecencia Ribera no entró a calibrar el impacto que podría tener esa «salida» del diésel para el sector agrario, cuya maquinaria funciona principalmente con este tipo de carburante.