El Gobierno no tiene «ninguna proyección de que se vaya a producir un problema grave de desabastecimiento en la economía española que afecte a los consumidores» ante los problemas de suministro que registra el comercio mundial.
Así lo ha asegurado este jueves -4 de noviembre- el ministro de Consumo, Alberto Garzón, quien ha explicado que lo que se está produciendo en el comercio mundial es normal tras la pandemia, ya que se ha disparado la demanda y la oferta no ha recuperado todavía los niveles de actividad, lo que ha provocado un desajuste entre oferta y demanda y una elevación de los precios.
A su juicio, será un proceso temporal hasta que las empresas recuperen su actividad normal y puede que provoque retrasos en el suministro de algunos productos, pero será algo acotado en el tiempo.
También se ha referido a la subida de los precios. Considera que es un problema coyuntural debido a las tensiones en el mercado de la energía, en este sentido, ha añadido que sin la energía el IPC sube a un ritmo moderado del 1,4 por ciento, lo que «no apunta a un problema mayor».