Representantes de instituciones provinciales y de asociaciones para el desarrollo de los municipios de Castilla-La Mancha han coincidido en que la crisis del COVID-19 puede suponer “una oportunidad” para luchar contra la despoblación en el mundo rural y, en este sentido, han destacado la importancia de mejorar las conexiones a Internet y de romper la brecha digital.
Así lo han manifestado los cuatro ponentes que han intervenido en la comisión no permanente de estudio para alcanzar un pacto contra la despoblación en Castilla-La Mancha, que se celebró el martes 29 de julio en las Cortes regionales.
Los participantes coincidieron en que la pandemia ha favorecido la “revolución digital”, puesto que ha potenciado el teletrabajo, y en que esto puede suponer “una oportunidad” para el medio rural, siempre y cuando se acometan las mejoras necesarias en infraestructuras tecnológicas y velocidad de la Red para favorecer la conexión.
También resaltaron otras “fortalezas” del mundo rural como, por ejemplo, la calidad de vida que ofrece, además de los sectores turístico, forestal y agroalimentario y, en este punto, se pusieron en valor el patrimonio histórico, cultural, natural y gastronómico con el que cuenta la región.
Entre otras acciones, apostaron por favorecer la venta en línea de productos locales, así como la economía circular y las energías renovables, además de por mantener e impulsar el transporte público, por ferrocarril y carretera, para facilitar las comunicaciones con otras localidades y con la cabecera comarcal.
Todo ello sin olvidar los servicios básicos y la necesidad de garantizar la asistencia sanitaria, la educación y los servicios sociales “en igualdad de oportunidades” respecto al entorno urbano.
Medidas
El primero en intervenir fue el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, quien planteó un decálogo de medidas para luchar contra la despoblación. Entre ellas, abogó por una reforma del sistema de financiación local para dotar de más recursos a los pueblos, un sistema de transporte público adaptado a las necesidades del mundo rural y ayudas para mejorar la movilidad, al tiempo que ha defendido la idea de ir “todos a una” en la defensa del agua.
En la misma línea, el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, apuntó que “no hay una única causa ni una única solución” para este problema, pero sí dos condiciones necesarias para fijar población: trabajo y servicios básicos, y resaltó que es “muy rentable” invertir en sanidad como, a su juicio, ha demostrado la crisis del coronavirus.
Por su parte, Luis Enrique Hidalgo Díaz, de la Asociación para el Desarrollo de la Comarca de Talavera, Sierra de San Vicente y la Jara (ADC Tierras de Talavera) incidió en la necesidad de una conexión a Internet “potente y fiable” y entre sus propuestas está llevar a las distintas comarcas una “oficina móvil de atención al ciudadano” para formar a la población en competencias digitales y que, por ejemplo, aprenda a operar a través de la banca en línea.
Además, Cristina Coral Pardo Martínez, de la Asociación ‘Promoción y Desarrollo Serrano’, cuyo ámbito de actuación es la serranía de Cuenca, defendió una zonificación del problema por comarcas y la puesta en valor del mundo rural.
