La segunda mitad de la actual campaña de aceite de oliva será similar a la de la campaña anterior y habrá escasez de aceite para cubrir las necesidades del mercado. Esta es la estimación que maneja Cooperativas Agro-alimentarias de España a la vista de los datos sobre oferta y demanda hasta finales de marzo.
Los datos correspondientes a marzo publicados por el Ministerio de Agricultura son todavía un avance, pero muestran que la disponibilidad de aceite para la segunda mitad de campaña no superará las 560.000 toneladas y que el stock de enlace será de apenas 200.000 toneladas, insuficiente para cubrir la demanda hasta que se disponga de aceite de la próxima cosecha, según las cooperativas.
Además, las existencias en otros países productores también son bajas, a lo que hay que sumar las dificultades a la exportación de países como Turquía y Marruecos.
Los datos de marzo publicados por el MAPA son todavía un avance, pero muestran que la disponibilidad de aceite para la segunda mitad de campaña no superará las 560.000 toneladas
Las cooperativas subrayan, por tanto, que “hasta final de año va a seguir faltando aceite para cubrir las necesidades del mercado, y es la ley de la oferta y la demanda la que regulará los precios, tal y como ya ocurrió en el verano y otoño de 2023”.
De cara a la próxima campaña, constatan que las lluvias generalizadas del mes de marzo han mejorado las expectativas y generan optimismo. “No obstante -dicen- es muy pronto para estimar producciones porque la próxima cosecha va a estar condicionada por la climatología de la primavera, que ya ha empezado con temperaturas más elevadas a las habituales en el mes de abril”.
Stock final de aceite de oliva de 357.000 toneladas en la UE
A nivel comunitario, la actual campaña 2023/24 de aceite de oliva podría cerrarse con un stock de enlace de 357.000 toneladas, una cifra inferior a la de la campaña anterior y muy por debajo de las existencias de finales de campañas previas, de acuerdo con las últimas previsiones de la Comisión Europea.
Y ello a pesar de que el consumo interior y las exportaciones se resentirán debido a unas disponibilidades más cortas y a la subida de los precios.
